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Mostrando entradas de 2018

El diario de un secuestro: Día #1

Día #1: Acabo de despertar y aquí todo es rojo, no, no estoy drogada ni de resaca, de verdad todo a mi alrededor es rojo. Me levanto de la camilla en la que me encontraba y empiezo a caminar, estoy descalza, en una especie de cápsula médica, pero con amplias ventanas de vidrio que dan al exterior. Supongo que fui secuestrada y estoy en uno de esos lugares con suelos de arcilla, pero no estoy atada, no golpeada, tengo una especie de bata de hospital y muchísima sed. Cuando miro por la ventana logro divisar una especie de árbol, pero es muy extraño, sus ramas son negras, no tiene hojas, más bien son como pequeñas bocas con dientes afilados, que se mueven al son del viento, nunca antes había visto algo así, de pronto de la nada se abre una de las puertas de la cápsula y se aparece ante mí un ser que nunca me imaginé que pudiera existir. Era tarde y salía de una fiesta. No estaba lejos de mi casa así que decidí caminar, a pesar de que ya era entrada la noche, había pasado un muy buen ti...

Una flor para el jardín

Abre un ojo, está aturdido y no puede abrir ambos al mismo tiempo, empieza a tratar de enfocar y poco a poco logra acostumbrar la pupila. Está asustado, su respiración es acelerada y tiene un sabor amargo en la boca, su garganta está seca, tiene sed. Entre lo adolorido baja la mano y logra sentir agua debajo de él, está en una tina con hielo, se siente adolorido, pero aún no puede moverse. Entre las latas retorcidas que logra distinguir en la oscuridad un pequeño haz de luz se filtra por un agujero y logra visualizar a su alrededor, hay herramientas de trabajo una pala, un rastrillo, cadenas que están colgando desde el techo, sin embargo hay una mesa quirúrgica al centro sobre ella una seria de elementos que supone son especiales para realizar cirugías. Mueve una de sus piernas, la movilidad está regresando, ya no tiene dudas, está en una tina de agua con hielo hasta la mitad de su cuerpo, pero ¿porqué?. No sabe cuánto tiene ahí, pero recuerda bien lo último que estaba hacie...