Ir al contenido principal

El diario de un secuestro: Día #1

Día #1:
Acabo de despertar y aquí todo es rojo, no, no estoy drogada ni de resaca, de verdad todo a mi alrededor es rojo. Me levanto de la camilla en la que me encontraba y empiezo a caminar, estoy descalza, en una especie de cápsula médica, pero con amplias ventanas de vidrio que dan al exterior. Supongo que fui secuestrada y estoy en uno de esos lugares con suelos de arcilla, pero no estoy atada, no golpeada, tengo una especie de bata de hospital y muchísima sed.
Cuando miro por la ventana logro divisar una especie de árbol, pero es muy extraño, sus ramas son negras, no tiene hojas, más bien son como pequeñas bocas con dientes afilados, que se mueven al son del viento, nunca antes había visto algo así, de pronto de la nada se abre una de las puertas de la cápsula y se aparece ante mí un ser que nunca me imaginé que pudiera existir.
Era tarde y salía de una fiesta. No estaba lejos de mi casa así que decidí caminar, a pesar de que ya era entrada la noche, había pasado un muy buen tiempo, acababa de conocer a un chico y quedamos en hablar a la mañana siguiente, Iba un poco aturdida por las copas, con los tacones en la mano porque había bailado hasta más no poder y el labial corrido porque había logrado besarme con ese chico, con picardía me llevo la mano a los labios y muerdo el inferior pensando en él.
Realmente iba feliz, caminaba tranquila porque siempre he vivido en un vecindario bastante pacífico, donde todos nos conocemos y no me inspira miedo, además estaba un poco mareada y eso me hacía estar en un estado pleno y feliz. Faltaban solo dos cuadras para llegar a casa cuando al doblar en la esquina empecé a sentir un frío inquietante que me hizo bajar la velocidad a la que caminaba, seguí mi camino con el presentimiento de que no debía hacerlo, pero ya era tarde para devolverme y estaba más cerca de casa, solo deseaba llegar con todas mis fuerzas, había una presencia allí, algo entre los arbustos que yo no podía ver.
Seguí el paso con mayor precaución, vigilante veía constantemente hacia ambos lados esperando que algo se moviera lo mínimo, pero no pasaba nada, estaba empezando a sentir que la mente me estaba jugando una mala broma hasta que de pronto los focos del alumbrado público empezaron todos a parpadear al mismo tiempo, la luz se iba y venía y empezó a dejar la calle a oscuras por largos lapsos, lapsos en los que el miedo ya no me cabía en el cuerpo y ya no estaba caminando, solo corría.
Entre el estrés de sentirme amenazada y la adrenalina me caí lastimándome un tobillo, cuando le levante y me sacudí, me percaté de que tenía lágrimas en el rostro, estaba llorando desde hacía varias cuadras sin sentirlo.
Las luces se apagaron por completo, empecé a oír un murmullo extraño, seguí corriendo hacia mi casa a oscuras, no me importaba no ver hacia donde iba, había memorizado ese trayecto y no temía equivocarme de rumbo, hasta que apareció frente a mi un resplandor que me encegueció por completo, no podía ver más allá de la luz, luego me desmayé.
Y ahora estoy aquí, frente a una criatura horrenda que no había visto nunca...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Un inocente éxito

José León Sánchez Un inocente éxito Nació en el año 1930, su madre era prostituta y el no se avergüenza de ello, porque dice sentirse inspirado por cualquier mujer que sacrifique su cuerpo por hacer felices a los hombres. Su años están llenos de historias, anécdotas, momentos difíciles, tristes, alegres, situaciones en las que deseó morir, sin embargo, hoy a sus 78 años, José León Sánchez, luce joven y aún lleno de vida, al escuchar el relato de la existencia de este escritor costarricense no cabe duda de que la vida lo recompensó. Su abuela lo sacó del hospicio y lo mandó a la escuela, sin embargo, dice que su mayor nota nunca pasó de cinco, de manera que repitió tres veces el primer grado. Su maestro habló con su abuela y prácticamente le dijo que su nieto era un tonto, si, el mismo José León, el que hasta la fecha es autor de 27 libros. Aquí es dónde presume haber sido alumno de Carlos Luis Fallas, pero, lo que le enseñaba era a como ser un buen zapatero. Contaba con 19 a...

Antes de elegir... Hay que probar

Siempre he sido una de esas mujeres que cree y está segura de su independencia, siempre he sido una de esas mujeres que ha pasado cada uno de los días de San Valentín desde su nacimiento sola y que cada vez que llega el momento de celebrarlo me parece una completa farsa y truco comercial donde hasta los noviazgos más quebrados simulan amor por un día y pasan los 365 restantes entre lágrimas y gritos. Siempre he pensado, que no hace falta un hombre para sobrevivir sin miedo alguno de citar a Jaci Velázquez en su canción, aunque el hecho de pensar así no hace que sea una realidad porque esa extraña especie que eructa, se pedorrea y ama el fútbol y su carro antes que a su mujer son “un mal necesario”. Soy una mujer diferente. Confío plenamente en mis facultades y virtudes. Sé que soy fuerte, arriesgada, extrovertida, sensible y a la vez dura como una roca. Siempre rodeada de decepciones amorosas a lo largo de mi vida a manos de “el sexo fuerte”, sin duda alguna han marcado y forjado...

Lucrando con las necesidades de los demás

Tengo un considerable tiempo desempleada, más de 10 meses. Por esta situación no quiero culpar al gobierno, a la presidenta, a los diputados, a la Platina ni a la Trocha, mucho menos a Justo Orozco con sus inteligentes propuestas, al muñeco enterrado de Cartago o a las renuncias del Dr. Rodolfo Hernández. No trato de señalar con el dedo a algún culpable de mi situación actual, los hechos pasan por algo y de este bache de vacas flacas me he de reponer, eso lo sé. Al punto al que quiero llegar con esto, es que en mi interminable búsqueda de trabajo he recurrido a todo, recepcionista, mercadóloga, niñera, dealer, payasa, cuidadora de serpientes, domadora de leones, equilibrista y hasta llegué a enviar un currículum para un puesto de catadora de venenos para ratas, sin querer caer en la exageración; hasta que una allegado familiar me leyó un volante donde ofrecían puestos de Mercadeo y Publicidad, pensé ¿y por qué no? La situación está difícil, la estamos viendo “peluda” nada pierdo int...